Los socios de uno: cómo el individualismo privatiza la pertenencia
La propuesta de Santiago Maratea de socios de jugadores es un nuevo avance sobre la esencia de los clubes
¡Hola! ¿Cómo estás? Contento por el crecimiento del newsletter y poder estar encontrando de nuevo algo de espacio para poder escribir además de los trabajos y la vida misma. Mentiría si no dijera que me encantaría de máxima poder transformarlo también en programas, entrevistas, retomar el podcast y mucho más, porque no se agotan los temas ni me aburren.
El tema de hoy no estaba previsto en mi calendario, surge de improvisto y se trata de de la nueva estafa de Santiago Maratea con su propuesta única (?) de ser socios de él y no de un club. Una idea que tiene muchos engaños pero el objetivo acá es analizar tanto la construcción discursiva como . ¡Vamos con eso!
[La Propuesta]
Al principio cuando me enteré de esto pensé que no valía la pena escribir, que no era algo que tuviera realmente alcance y que era más de un rincón de internet. Pero después el tema escaló, por un lado, por su irresponsable -mínimamente- manejo de datos personales, y, por otro, porque realmente hubo gente que se asoció. Sin ir más lejos, tiene muchos más personas que aportan a su causa que este newsletter suscriptores, por lo que conviene darle una mirada y ponerlo en contexto.
La noble motivación - porque siempre se supone que hay un interés superior y altruista detrás de sus movidas - es, según sus palabras, “apoyar un sueño real, el mío y el de muchos pibes que entrenamos todos los días”. Para lograr eso, abrió la novedosa propuesta de ser “Socios de Maratea”, que lo recaudado sería para mejorar las condiciones del club en el que esté, beneficiando así también a sus compañeros. En este caso, el club con el que firmó es Colegiales, actualmente en la “Primera Nacional” - segunda división del fútbol argentino.
El hecho de asociarse a él, de ser parte e identificarse con sus sueños, su historia e incluso su escudo y colores vendría a traspolar un sentido de pertenencia de una institución, de un lugar colectivo, a un simple individuo. Claro que los socios de los clubes tienen derechos y obligaciones, un estatuto al cual adherir, entre otras cuestiones, mientras que su propuesta es más una suscripción a él para acceder a contenido y bancarle la carrera, pero la construcción de su relato no cuadra de esa forma.
Santiago Maratea es un producto claro de la época, y también un vehículo del discurso individualista. Sin ningún proyecto más que ser famoso, monetizar lo que hace y decir lo que le pinte, encontró en la solidaridad de las personas el camino para su propia notoriedad. Así pudo construir su comunidad y su lugar en todo el ecosistema de redes sociales, con una imagen de altruista y transparencia, ya que lo recaudado se destinaba exactamente para lo que decía que era, llegando casi que al climax con la campaña “TodosConEmmita”.
Pero la idea no es caerle a él, contra el que no tengo nada personal, sino analizar el discurso y las consecuencias, más allá de su persona. Para empezar, él dice que el objetivo de los socios es acompañar a cumplir su sueño y para eso también tienen que mejorar las condiciones de él y de sus compañeros. Pero lo lógico sería inyectar directamente la plata en el club, invitando a sus seguidores a hacerse socios de Colegiales, en este caso. Según la página oficial, los valores del socio simple estarían en $16.000 en octubre 2024, lo que está por encima de lo que “les pide”. Sin embargo no es este el motivo esgrimido, ya que además podría encontrar distintas formas de superarlo.
Lo contrario a la transparencia es la corrupción, y dado que él es un defensor y baluarte de lo primero, necesariamente del otro lado tiene que estar lo segundo. Así, su justificación está basada en conceptos de la anti política, que asocia a esta práctica a la corrupción. “La plata la manejo yo, con el aval del club, para invertir donde realmente hace falta” es la frase que usó en sus historias donde presentó el proyecto. Si empezamos por el final, se ve que el club no invierte donde realmente hace falta - según él- sino que se pierde en lugares innecesarios, o poco claros. Por otro lado, esto implica negar completamente los mecanismos de decisión colectiva de las asociaciones civiles. Los clubes como tales tienen una comisión directiva y el método de asambleas para elegir a los dirigentes y también aprobar los balances. Pero, siguiendo la lógica, esto no funciona ni es funcional: él sabe mejor dónde se necesita la plata y puede hacerla llegar.
Por otra parte, se justificó con la necesidad de reinventarse y el discurso de auto superación, frente a un odio y violencia de los que lo criticaron. No se trata de condenar el perseguir un sueño, como él dice que es el motivo de sus detractores, sino de la construcción de un individuo invirtiendo en sí mismo, desconfiando del entorno y disfrazando la acción con un discurso de solidaridad y altruismo.
Entonces, más que ser una cuestión de apoyo “a todos los que persiguen su sueño”, se trata de otro discurso individualista, una ruptura de las reglas colectivas y, además, usar la plata de otros para comprar su lugar en un club de fútbol.
La propuesta que otros le financien la carrera en nombre de un bien superior
El impacto
No es una novedad los jugadores que llegan a algún club por el respaldo económico que traen. Sin ir más lejos, lo blanqueó Mauricio Macri cuando dijo que acercó a Boca a un sponsor de Qatar a cambio de contratar y poner a un delantero. O el rol de Adidas en el desembarco de Messi al Inter Miami y la MLS pueden también graficar cómo funciona el negocio. También, los grupos empresarios acercan refuerzos, los cambios de dirigencia traen nuevos jugadores en clubes fundidos o los mismos técnicos van yéndose y consiguiendo nuevos trabajos más allá de los resultados.
En el ascenso también sucede esto, reforzado por la precariedad institucional y económica de los clubes. Lejos de las disputas políticas que pueden encontrarse en los clubes grandes de primera, la gestión de estas instituciones suele ser más artesanal así como la construcción de alianzas y relaciones. Muchas veces ahogados presupuestariamente, muchas otras cooptados por grupos de interés y otras poniendo plata, conforman una amplia y heterogénea red que se expande por todo el país y que es muy vulnerable a la intervención.
Esta situación da lugar también a estafadores, como relata Roberto Parrotino en esta nota, alertando los movimientos pocos claros de representantes y agentes que prometen y traen jugadores de distintos países. Los jugadores lejos están del sueño del profesional que vive de entrenar y jugar, rodeado de lujos y comodidades. Esto implica que dentro de la precariedad, son el eslabón más débil y quienes más expuestos se encuentran a distintas influencias. Entre promesas de sueldos que quedan impagos, posibilidad de que una pelea con un dirigente les deje sin carrera profesional y necesidad de otros trabajos, también están en el foco del “maravilloso mundo” de las apuestas deportivas y el arreglo de partidos.
¿Por qué todo esto es importante? Porque Santiago Maratea está tratando de entrar en el mundo del fútbol profesional en este contexto. Más aún, en la división Reserva de la Primera Nacional, donde los arbitrajes y los resultados están cada vez más sospechados de influencia en el arreglo de partidos. Con el patrimonio que le otorga tener su propias suscripciones -por el momento baja cantidad- pone a sus compañeros en una situación de desventaja, ya que él no está ahí iniciando su vida profesional, más bien está aprovechando ya sus recursos para meterse en un camino que a otros les lleva años.
Por otra parte, la posibilidad de comprar equipamiento, de mejorar realmente las condiciones del club en el que está manejando él directamente la plata para eso también genera el compromiso por parte de la institución de darle el lugar, más allá de su mérito deportivo, ya que sino se podría ir a otro club y llevarse esto con él. Situación incómoda para un DT que quizás más temprano que tarde ante igualdad de condiciones termine actuando por este instinto, o no, pero siempre va a estar sospechado de eso por sus dirigidos y el entorno.
Si a este escenario le agregamos el despropósito de la categoría, que al igual que la Primera se encuentra sobrepoblada y con formatos cambiantes, no sería de extrañar que haya partidos donde deportivamente haya poco en juego y sea factible su inclusión, sin poner en riesgo la situación del club. Si lo hizo Riestra con un youtuber en un partido televisado contra el último campeón, ¿por qué no lo va a hacer un club del ascenso ante muchos menos ojos atentos a lo que sucede?.
A nivel institucional, además, se genera una situación que desnaturaliza completamente la estructura y el funcionamiento del club. La propuesta de invertir con el aval del club para mejorar las instalaciones cuenta con un problema político. Nuevamente, no soy ingenuo y sé que hay personas que ponen plata y manejan los clubes, a pesar de su figura de asociación civil. Sin embargo, ninguno hace gala de completa transparencia, como dice Maratea. Por lo tanto es necesario aclarar qué es el aval del club, si se trata de un proceso formal, de un arreglo con el presidente, que también cambia la dinámica de decisión de los estatutos, si es realmente una transferencia/donación al crecimiento patrimonial del club, o cuál es la situación si la Comisión Directiva, por ejemplo, considera que el destino de la inversión debe ser otro. Después de todo, estamos hablando de un jugador que directamente cuenta con un poder de decisión sobre la economía similar a las autoridades formales del club, siendo un empleado del mismo; una situación cuanto menos contradictoria.
Nuevamente, el problema a mi entender excede a la figura de Santiago Maratea. Las condiciones que expone tanto desde el discurso como la praxis están en clara relación con la ruptura del modelo de comunidad y club, y desafían también la experiencia colectiva. ¿Cuál es el límite?
Recorrida por el estadio
Cerraron las ligas europeas así que voy a aprovechar para compartir algunas cosas.
Campo de juego: Mejores goles de La Liga de España 2024-2025.
Tribuna: Bah, ciudad entera. Festejos en Nápoles por la obtención de la Serie A
Museo: Porque me gusta. Recuerdo Arsenal campeón 2001-2002
Muchas gracias por leer y por el espacio. Cualquier comentario o sugerencia siempre es bienvenido.