Lo que dejó el 2023: Estados Unidos vs Arabia Saudita, la puja por el dominio del deporte
El 2023 consolidó a estas dos potencias como actores centrales en la transformación del negocio del deporte profesional. Análisis su expansión y posibles puntos de conflicto
¡Feliz 2024!
¡Hola! ¿Cómo estás? Espero que hayas tenido un gran cierre de año, aprovechando la excusa de la tierra completando la vuelta al sol para celebrar y reiniciar un poco la cabeza. En mi caso, fue un fin de año difícil, intenso, pero que también pude festejar y eso siempre es bueno. Siempre hay que hacerse un espacio para compartir con seres queridos, que renueva energía.
Este primer envío 2024 es en realidad un cierre 2023 que por cuestiones laborales no llegué a enviar. En enero se vendrá una pausa para reorganizar y planificar el año, y así seguir con el contenido de la mejor manera. ¡Vamos con eso!
Arabia Saudita vs Estados Unidos, el duelo 2023.
El año 2023 fue el primero de la nueva normalidad, ya sin restricciones de la pandemia y con los calendarios regularizados. Realmente no parece haber traído novedades, aunque uno tiende a incorporar los cambios mucho más rápido de lo que parece. Quizás sea importante destacar una revitalización de la experiencia en vivo y lo presencial, con el crecimiento de la concurrencia a los estadios en los distintos deportes.
Si en 2022 el gran ganador había sido el fútbol y Messi de manera indiscutida, el año que se terminó se caracteriza más por el crecimiento de una rivalidad, de dos grandes ganadores, en los cuales el fútbol y el mejor jugador de la historia también son parte. El protagonismo de Estados Unidos y Arabia Saudita en el mundo del deporte dio un paso más y van avanzando en un mundo donde el producto global del entretenimiento deportivo va concentrándose en cada vez menos manos.
La llegada de Messi a la MLS (y después sus amigos; ¡qué buen siempre jugar con amigos!) puso en el radar del mundo entero una liga que viene creciendo a ritmo sostenido, con inversiones constantes y sin prisa, pero con el horizonte del Mundial 2026 bien presente. Más allá de la efervescencia y atracción renovada, el objetivo es tener la capacidad de retener la audiencia e instalar el juego para que sea económicamente sostenible y rentable. Además, sumaron carreras en la Fórmula 1, avanza el plan de la NFL para instalarse a nivel global y la NBA lanzó exitosamente su In Season Tournament, a la espera de la firma de un nuevo convenio televisivo. Mención especial para The Sphere, que a mi particularmente me parece un despropósito entre inversión, derroche e impacto ambiental, pero que su objetivo de llamar la atención parece cumplirse.
Por el otro lado, Arabia Saudita terminó de llamar la atención del mundo del deporte cuando decidió sacudir el mercado de pases del fútbol. Si en el Golf había dado una muestra de su capacidad financiera y política, si con la organización masiva de eventos de otros países y continentes había mostrado su potencial para centralizar y atraer a las federaciones y clubes; y con la compra del Newcastle había avanzado en su decisión de estar en la mesa del fútbol, la agresividad en la compra de jugadores de las ligas de Europa y la instalación de la Liga Saudí como destino ya hizo que sea imposible que haya distraídos mirando para otro lado. No sólo fue Cristiano Ronaldo, sino que cambió en gran parte la dinámica al instalar a base de refuerzos y repeticiones virales que es un destino competitivo (lo dudo). Como coronación de todo este proceso, la designación como sede para la realización del Mundial 2034. A la espera de ver cuanto se puede sostener en el tiempo este nivel de inversión, el impacto en el corto plazo parece ser muy positivo.
Por ahora, el avance de estos dos grandes grupos que buscan quedarse con la mayor y mejor parte del deporte no produjo enfrentamientos directos. Creo que tampoco los va a haber en el corto plazo, porque no están disputándose los mismos medios (aunque sí públicos) ni hay todavía una escasez o “territorio” rival. Todavía hay suficientes clubes, competiciones, ligas, etc. sobre las cuales se puede avanzar y llevar a su zona de influencia y no hubo frenos a la expansión por parte del otro.
Cuando hablamos de Estados Unidos hablamos de distintos empresarios y magnates que compran de manera individual clubes, espacios en ligas, competiciones, etc. Por el contrario, el componente gubernamental y geopolítico de Arabia Saudita está claro en el Fondo de Inversión que gestiona y se encarga de realizar estas inversiones, compras y estrategias de inserción en el mundo del deporte. Esta diferencia de composición también se traduce en la visión y la intervención en la industria del entretenimiento como tal. Y quizás sea la Premier League el escenario donde se vean esos primeros enfrentamientos. Veamos por qué.
Las estrategias de impacto, de limpieza de imagen del país y de desembolsos de sumas exorbitantes en el deporte es propia de los países árabes, de Medio Oriente. Ven al deporte y entran al mismo no en base a las ganancias que puedan generar por las inversiones, sino con otros objetivos más vinculados a lo político. Aunque como bien hizo notar Marcelo Gatmann acá, sentar en un palco en un estadio a ver a Cristiano Ronaldo permite un acercamiento y una excusa que facilitan otros negocios y no se ven después en los balances del fútbol. Por el contrario, para los empresarios estadounidenses, la inversión en clubes tiene principalmente el objetivo de generar ganancias, aunque sea en el mediano plazo. Para eso es necesario fortalecer las competiciones y realizar inversiones, lógico, pero siempre previendo una rentabilidad.
La globalización del fútbol y del mercado de jugadores lleva a que haya una competencia que trascienda las fronteras nacionales por los mismos talentos. Eso se ve claramente cuando empiezan a rumorearse los interesados en una joven promesa latinoamericana: no son los clubes grandes de un país los posibles interesados, sino los 6 o 7 de elite de Europa. Y en ese contexto de inversiones desproporcionadas motivadas por tener el mejor equipo en el corto plazo o instalarse como marca país, el fútbol se vuelve cada vez más deficitario para la gran mayoría de los actores. Va a llegar un momento, entonces, que las inversiones no van a poder ser acompañadas por un aumento de los ingresos.
En este punto van a quedar pocas opciones: apuestas o alguna innovación que permita patear la pelota para adelante; retirarse de la industria antes de perder demasiado; resignarse a la exclusividad incluso dentro del grupo de multimillonarios (menos personas capaces de ser dueñas); implementar mecanismos de presión e institucionales para ordenar el negocio con sus reglas. Dentro de este último punto, teniendo como foco el deporte norteamericano, podrían entrar las cuestiones de fair play financiero, límites salariales y regulaciones que tiendan a mantener un status quo más que empoderar a capitales provenientes de afuera de la industria. Dado el avance en la Premier League de los propietarios norteamericanos y de proyectos como el Manchester City o el Newcastle, creo que la Premier League puede ser un primer escenario de conflicto importante.
¡Gracias por acompañarme!
No quiero despedirme hoy sin agradecerles por acompañarme en Cuestión de Estadio. Es muy valorable para mí y le da sentido a lo que hago que dediquen parte de su tiempo a leerme, comentarme y compartir las distintas entregas. A los que vienen desde el día uno les digo que espero que sea otro año más juntos. A los que se fueron sumando desde el 2023, espero este año estar también a la altura de las expectativas. A todos, muchísimas gracias. Y especialmente a aquellos que consideran que vale la pena apoyar el proyecto económicamente (va a ir el saludo especial también).
Durante 2023 sumé como novedad los podcasts, que de a poco fueron ganando su propia identidad, vinculados a lo que escribo y que muchas veces tengo que dejar afuera. Para mí fue una apuesta, y desde el principio tuve devoluciones y consejos para ir mejorándolo, y espero poder seguir haciéndolo este año. Agradecimiento especial a Tomás, mi primo, que se ofreció ser mi compañero y pudimos darle más vida. Ojalá este año también pueda sumar más invitados para hablar distintos temas y hacer que todo esto siga creciendo.
Te deseo un gran año. Nos seguimos leyendo.
Un abrazo.
Juan