Qatar 2022 donde ganó el juego
El mundial tecnológico, de las 42 cámaras por partido, nos dejó el pase de Messi a Molina como representativo: impredecible, para disfrutar de distintos ángulos y ver sin limitaciones.
¡Hola! ¿Cómo estás? Yo, conmovido por todo lo que se vivió las últimas semanas. La intensidad con la que se vivió este mundial es algo que yo no había experimentado a nivel selección. Una energía que iba creciendo a medida que avanzaba el torneo, Argentina también crecía en juego y en lo que contagiaba en la gente. La alegría y los festejos a cada partido se iban agrandando y, por suerte, pudo explotar con el premio mayor en un acontecimiento histórico de las calles inundadas de celeste y blanco.
El mundial terminó y nos dejó muchas cosas. La más importante, obviamente, fue la Copa Jules Rimet en manos de Messi. Ganadores de prodes, videos desde el estadio y recuerdos que sirven de excusa para preguntarnos si aplica la lógica y si la experiencia fue realmente algo distinto. ¡Así que vamos con eso!
¿El futbol se puede predecir?
Antes de arrancar cada mundial florecen las notas sobre quién va a ser el ganador. Al principio, se consultaba solo a “especialistas” que, en base a su conocimiento y experiencia en el juego decían quién iba a ganar en su opinión. Después fueron creciendo quienes veían esto como una oportunidad para ganar visibilidad o mostrar sus capacidades de procesamiento de datos o proyección de escenarios.
Hoy en día es muy factible encontrar noticias que hayan anticipado como altas las probabilidades de que Argentina y Francia se enfrentarían en la final, y que junto con Brasil también eran los principales candidatos a ganar el título. Nada que alguien que mire los partidos y planteles no pudiera observar, sin necesidad de recopilar una gran cantidad de datos ni software. También tiene su margen de error, más allá de que en los títulos venda decir que predicen resultados. Después de todo, todos sabemos que el que tiene los mejores jugadores y el mejor equipo en cualquier deporte, es más probable que gane.
El fútbol, sin embargo, tiene un gran componente de atracción en la posibilidad de que el débil le gane al más fuerte, una narrativa bastante extendida pero en los resultados casi inexistente. Por ejemplo, la Premier League se nos presenta como la liga más competitiva de Europa, en la que el título del Leicester incluso refleja la posibilidad de la sorpresa. La realidad es que, más allá de la existencia de un “Big 6” que peleen cosas, en Manchester City domina y el Liverpool solo le pudo seguir el ritmo los últimos años, con temporadas por encima de los 90 puntos, lejos del resto de los equipos.
Este componente y esta posibilidad latente de resultados inesperados se potencia aún más en los torneos cortos, donde el margen de error es menor. Por más que sea el mejor equipo, siempre algún partido va a empatar o perder, lo que en una temporada larga es un dato anecdótico quizás, pero en un torneo de 7 partidos máximo puede dejarte afuera siendo candidato. Eso hace que los mundiales en este formato sean tan emocionantes también.
Pero volviendo a la cuestión de la posibilidad de predecir el fútbol, ningún modelo matemático ni simulación basada en la acumulación de datos y repetición de partidos puede prever quién va a ser la decepción. Y una cosa es segura: va a haber una, o más. Tanto las lesiones que obligan a cambiar formas de juego, como las relaciones personales y su incidencia en el equipo son factores que no se pueden ver de antemano. Se puede prever un declive físico, una forma de juego que convenga o no, pero no el convencimiento de los jugadores a los cambios que le propone el técnico, por ejemplo. El deseo es un gran potenciador también en el fútbol, como muestra la Scaloneta.
A esto se le suma otra cuestión, que hace del fútbol un deporte muy particular. La forma de ganar, de sumar y determinar que un equipo se impuso sobre otro, es muy baja. No se me ocurre a simple vista un deporte el 0-0 sea una posibilidad real: el gol es un bien muy escaso y es la única forma de sumar. Si miramos un partido de básquet, las canastas y las oportunidades sobran (más de 100 posesiones por partido en la NBA); en rugby se anota mediante un try, un penal, un drop; similar al fútbol americano con los touch downs, goles de campo y punto bonus; en handball la regla del pasivo y el tamaño de la cancha obligan a atacar constantemente. En el fútbol esto no pasa nada de esto. Lo que determina que un error, una distracción o una genialidad tengan un impacto mucho mayor, ya que pueden significar la única modificación del marcador y con eso cambiar el resultado.
Este arma de doble filo puede generar los peores espectáculos, pero también hace que nos sentemos a ver Alemania vs Japón pendientes de un resultado que, si fuera cuestión objetiva, no se podría dar. (Y qué lindo cuando se dan y no está tu equipo involucrado). El peso de los imponderables, del error o la genialidad humana, de las relaciones y la confianza… lo que nos caracteriza como personas, hace que no sea del todo predecible y que sea tan hermoso.
Ninguna simulación puede prever el error humano, como los goles que se perdió Lukaku contra Croacia.
El juego sigue siendo el centro del show
Una novedad que trajo este mundial es la apuesta fuerte de la FIFA con la aparición de FIFA+. Esta aplicación está en el centro de la estrategia de la organización para centralizar y capitalizar todo lo que se produce en su entorno. Desde datos en vivo para los que están en el estadio puedan ver más allá, hasta documentales, archivo histórico y coleccionables, se suma a la competencia por la atención de los espectadores y usuarios brindando contenido exclusivo.
Para potenciar, y en respuesta a un reclamo de FIFPRO sobre el uso y propiedad de datos e imágenes generadas en los partidos, FIFA liberó y puso a disposición de los jugadores para su uso fotos de momentos claves de los partidos, entre otras cosas. La proliferación de imágenes en alta definición y que sean los protagonistas quienes las compartieran hicieron que las redes sociales se llenaran de contenido mundialista, monopolizando también estos ámbitos. Y nos permitió a todos disfrutar de Messi con la Copa del Mundo, la imagen más likeada de Instagram.
Finalmente, cerrando el ecosistema digital en torno al Mundial, se flexibilizó la política de copyright en redes sociales y se permitió un trabajo sobre las imágenes generadas con las 42 cámaras instaladas para cada partido. Todos vimos el pase de Messi a Molina contra Países Bajos desde distintas cámaras (y en todos es maravilloso e increíble), que en otras competiciones empiezan a ser dados de baja por ser reproducidos sin poseer derechos de retransmisión. La filmaciones desde desde arriba -”God Cam”- también permitieron al espectador, al hincha y al analista sacar distinto provecho y continuar viendo el partido desde distintos ángulos una vez terminado.
Todas estas estrategias en conjunto trajeron como resultado que efectivamente el Mundial como evento sea un éxito a nivel comunicación y en impacto. El sesgo desde Argentina es obvio, por lo que generó el equipo y por ser quien tuvo una mejor performance digital, pero fueron muchas las selecciones que crecieron en todas las redes sociales. Los protagonistas, además, tuvieron la posibilidad de serlo también después de los partidos, como lo muestran los streaming de Luis Enrique, el vivo del Kun Agüero con Messi y Beckham o los vivos en los festejos.
Además, el juego en sí fue el mayor protagonista. En una era de influencers y reacciones, de panelistas y supuestas verdades absolutas a los gritos, el análisis de los partidos, de las jugadas, el seguimiento de jugadores y sus emociones fueron el centro y quienes captaron mayores audiencias. Una gran noticia para mí, pero no tanto para otros que viven de generar polémica y fueron vistos por muy poca gente.
Recorrida por el Estadio
Recién termina el mundial, pero yo quiero seguir viendo cosas.
Campo de juego: Qatar 2022 fue el de mayor promedio de gol por partido de los mundiales de 32 equipos, y estos son los candidatos al mejor gol del mundial.
Los vestuarios: La ¿arenga? de Mbappé en el entretiempo de la final, los festejos de Argentina y la interpretación de Canelo de Messi después del partido vs México. Mucho contenido exclusivo de momentos íntimos de los jugadores.
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Los despachos: la FIFA pasó de estudiar una tanda de penales en fase de grupos a admitir que fue de las mejores de la historia. Hay veces que hay que entender que innovar no necesariamente es bueno.