El Papa y el juego del pueblo: Francisco, el Papa futbolero
El Papa Francisco encontró en el fútbol un vehículo eficaz para transmitir su mensajes, haciendo distinción entre el fútbol juego y el fútbol negocio.
¡Hola! ¿Cómo estás? Estas últimas semanas creció mucho la cantidad de gente que se suscribió a Cuestión de Estadio, lo que me llena de alegría y ganas de poder dedicarle más tiempo. Si alguien quiere compartir cómo llegó, qué espera o cualquier otra cuestión, los invito a hacerlo, que es importante para poder seguir haciendo crecer el espacio.
Tenía casi lista la entrega de esta semana y la iba a mandar el martes, pero los últimos días me hicieron dar cuenta que la figura del Papa Francisco merecía su espacio porque él siempre fue futbolero, antes de entrar al seminario y durante toda su vida religiosa. Durante sus años al frente de la Iglesia Católica, el fútbol fue también uno de los vehículos utilizados para transmitir sus mensajes morales. ¡Vamos con eso!
A favor del fútbol juego
Lo primero que hay que entender y analizar es de la persona y la institución de la que estamos hablando. Su liderazgo fue disruptivo para los estándares de la Iglesia Católica, progresista y sin esquivarle a las polémicas. Para muchos, sin embargo, no fue todo lo que debería haber sido, porque no dejó de ser el líder de una institución reaccionaria. Y sí, el problema de esperar algo de quien no corresponde. Sin entrar en las profundidades de la discusión teológica, Francisco I realizó un gran esfuerzo por llevar la iglesia y su dogma a la sociedad del Siglo XXI, en lugar de forzar a la sociedad a adaptarse a este.
El Papa trató de posicionar a la Iglesia nuevamente en el camino de la humildad, de su preocupación por los pobres y los postergados, además de construir una institución y una religión que incluya y no excluya. Desde una visión humanitaria, sus mensajes buscaban ser un llamado de atención al hiper individualismo, al egoísmo, a la avaricia, poniendo el foco en la importancia de construir desde el encuentro, de cuidar al otro y también el entorno y al ambiente. No, no es una teoría marxista o ecologista, pero Laudato Si es un gran mensaje viniendo de una de las instituciones más poderosas y conservadoras de la humanidad. Y pocas cosas más globales que el fútbol.
No fue el primer Papa futbolero ni deportista. Por el contrario, continuó el camino menos vistoso que el de su antecesor, Benedicto XVI, hincha del Bayern Munich en su juventud, pero que igual fue un predicador que vio en el deporte una forma de comunicarse con los distintos públicos y que destacaba valores como la perseverancia, el espíritu de sacrificio, de trabajo en equipo y solidaridad que son fundamentales para la Iglesia. Además, tiene el potencial de unir a las personas y en esa función, los deportistas son ejemplos para los jóvenes, influyendo más allá de su disciplina.
El argentino, hincha de San Lorenzo -que le dedicó un lindo homenaje por redes sociales-, puntualizó más sobre el fútbol como vehículo, con una pasión bien nacional. Arquero al igual que Juan Pablo II -buen tema el de los arqueros polacos-, su visión estuvo centrada en la diferencia del fútbol como juego y del fútbol como negocio.
El fútbol como juego es el que se juega en equipo y el que le permite resaltar lo bueno y los valores hacia los cuales hay que dirigirse como personas. Rescatando la belleza de jugar juntos, de disfrutar con el otro, porque el fútbol no se disfruta solo (y lo siento para los impulsores de la realidad virtual, pero el fútbol es experiencia colectiva). Además, la clave para el éxito es el trabajo en equipo, lejos de los individualismos reinantes en esta era. Construir el bien común en un equipo de fútbol suele ser el camino del éxito, más aún en el fútbol moderno, donde cada vez queda más claro que no alcanza con tener buenos jugadores sino hacerlos funcionar como unidad.
Otra cuestión importante del fútbol según su visión es que exige entrenarse, mejorar y todo un proceso antes de alcanzar el objetivo. Más aún, requiere de la perseverancia, de sobreponerse e insistir para obtener la victoria, contrario a la cultura de la inmediatez y alcanzar la fama como medida de éxito, sin importar el camino. (No es el primero tampoco que habla de “Viaje antes que Camino”).
El fútbol puede ser contradictorio, como lo es la vida. Difícilmente hoy alguien pueda poner en discusión la importancia de la preparación y el entrenamiento. Por eso mismo es un lenguaje global, aunque en el sentido distinto al que le atribuía Grondona desde su rol en la FIFA.
Imagen tomada de programa S.A.D. del Destape Deportes
Contra el fútbol negocio pero no contra la FIFA
Por otra parte, el fútbol negocio también concentra los valores de los cuales quiere separarse o sobre los cuales llamar la atención, como faro moral que se auto posiciona. Nuevamente, no se trata de una postura marxista, sino desde la perspectiva de los valores cristianos. Se puede encontrar una coherencia en su postura, ya que fue uno de los pocos que se enfrentó a Julio Grondona como mandamás de la AFA, en tanto el laico impulsaba el ingreso de las apuestas deportivas. Irónicamente, durante su papado fue testigo del avance de los casinos online y las casas de apuestas.
Su premisa fundamental sobre la cual encontrar su posicionamiento es que el dinero y los excesos corrompen. En este sentido, el negocio multimillonario que es el fútbol moderno le ofrece un gran espejo también sobre el cual llamar la atención. No se trata sólo del volumen del negocio, sino de lo que lo rodea: desde el discurso y la construcción del éxito sólo a partir de la victoria, del dinero fácil y rápido, la falta de respeto al rival y la corrupción propiamente dicha.
En este último apartado es importante destacar que durante su papado estalló el escándalo del FIFAGate. Antes de esto, había tenido encuentros con el entonces presidente de la FIFA, Joseph Blatter, quien siempre se ilusionó con poder ganar un Premio Nobel de la Paz, donde le insistió en que trabaje desde el fútbol como impulsor de la paz e instrumento de ayuda a los pobres. Sin embargo, lejos de subirse a la ola de moralidad que parecía descubrir las coimas en el mundo del fútbol, el Vaticano se mantuvo al margen y en ningún momento rompió relaciones con el organismo.
Por el contrario, la premisa del Papa Francisco se puede rastrear en su encíclica Fratelli Tutti, donde aboga por la construcción de puentes incluso con actores imperfectos. Su gestión con la FIFA ilustra el principio de "tiempo es mayor que espacio", priorizando procesos transformativos a largo plazo sobre gestos condenatorios inmediatos. Esta idea fue reforzada en su mensaje previo a los Juegos Olímpicos de París 2024, donde planteó que el deporte excede a las fallas humanas de sus administradores. Quizás una versión más diplomática de “La pelota no se mancha”.
Desde esta visión, entonces, no es difícil de comprender por qué mantuvo reuniones y vínculos con Infantino, incluso cuando las denuncias sobre que nada había cambiado o su participación en los Panamá Papers. Sin embargo, partiendo de la visión a largo plazo, entendió que la llegada de la FIFA en distintos rincones del mundo y sus presupuestos pesaban más que las contras que puedan tener en sus práctica, influyendo positivamente en los jóvenes y en la transmisión de valores, más allá de la corrupción en las altas esferas.
Además, mantener una buena relación con el mundo institucional del fútbol, permite que también haya podido mantener un vínculo fluido con grandes personalidades. Las fotos y anécdotas con jugadores, su rincón futbolero en El Vaticano con los regalos recibidos son una muestra, pero más importante aún es la posibilidad de impulsar los Partidos por la Paz, como muestra de diálogo interreligioso y mensaje de paz y encuentro.
Como comentario final personal, el mensaje de encuentro, unidad y de la salida colectiva es lo que yo deseo también, y que lo haya ejemplificado con el fútbol, un gran acierto, porque el fútbol sirve para explicar, comprender y también sentir la vida.
Recorrida por el Estadio
Una recorrida papal.
Campo de juego: Partido de la Paz 2014.
Tribuna: Esto siempre me hace reír. El Papa gritando goles sobre la hora.
Museo: Su San Lorenzo del 48.
Bonus: este comercial de TyC para el Mundial de Brasil 2014 con los dichos del Papa fue espectacular.
Gracias por llegar hasta acá. Nos encontramos la próxima. Y sí, Francisco, yo también creo que el fútbol es el deporte más hermoso.
Ese comercial de TyC 👏👏👏